lunes, 2 de febrero de 2015

Desde una arboleda cercana llegaba el chirrido regular de un pájaro, un ricric, como si estuviera dándole cuerda a algún mecanismo. Nosotros hablábamos de él como del pájaro-que-da-cuerda.

Fue Kumiko quien lo llamó así. No sé cuál es su auténtico nombre.
Tampoco sé cómo es. Pero, se llame como se llame, sea como sea, el pájaro-que-da-cuerda viene cada día a la arboleda que hay cerca de casa y le da cuerda a nuestro apacible y pequeño mundo.


Haruki Murakami
ねじまき鳥クロニクル
(Crónica del pájaro que da cuerda al mundo)

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